Con un considerable retraso, pero por fin pude ver ayer la nueva película de los hermanos Coen: NO ES PAÍS PARA VIEJOS.
Después de su dos últimos films, en los cuales se decantaban por la comedia, "Crueldad intolerable" y "The Ladykillers", y que resultarón ser (por lo menos para mi gusto), un fiasco,vuelven a lo que mejor saben hacer, películas de género negro, tales como "Muerte entre las flores", "El hombre que nunca estuvó allí" o la que para mi es su obra más redonda, "Fargo" de la que esta que nos ocupa es deudora.
Basada en una novela de Cormac McCarthy, la historia que cuenta este film nos lleva a un fronterizo pueblo de Texas, en la que encontramos los arquetipos habituales en su cine: perdedores, asesinos, mafiosos y agentes de la ley.
Uno de estos perdedores encuentra en pleno desierto y por casualidad una maleta repleta de dinero proveniente del tráfico de drogas, en medio de una masacre entre traficantes mexicanos, por lo que se vera asedidado por un implacable y frío asesino contratado para recuperar el dinero y acabar con la vida de quien se lo ha llevado.
En medio de los dos, y buscando a ambos, se encuentra el sheriff local a punto de jubilarse, que trata de resolver los crímenes que el asesino va dejando haya por donde pasa.
Interpretada en sus principales papeles por unos excelentes Tommy Lee Jones, Josh Brolin, y sobresaliendo entre todos ellos un Javier Bardem que se sale, en la piel del psicópata asesino.
Hay que decir que esta película de los Coen es de una sobriedad que asusta, y que al acabar te deja un sabor agridulce en el estómago.
De lo mejor que se puede ver ahora mismo en la cartelera, y nominada en varias categorías en los Oscars, dudo mucho que se lleve el de mejor película, ya que su extrema violencia no es del gusto de la Academia.
Una película brillante, rodada de forma fría y distante, que nos devuelven a unos Coen en plena forma.
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