miércoles, 5 de septiembre de 2007

Las Joyas del Maestro (II). WATCHMEN. ¿Quien vigila a los vigilantes?


A principios de los 80, DC compró la editorial Charlton Comics, y encargó a Alan Moore que escribiera algo con los personajes de esta.
Como la propuesta presentada por Moore les resultó demasiado radical, ya que incluía la muerte de algunos de los protagonistas, la rechazó, incluyó a estos en su universo a raíz de "Crisis en tierras infinitas", y le dió carta blanca al guionista para que escribiera lo que quisiera.
Para ello contó con los lápices de Dave Gibbons, dibujante hiperrealista y detallista hasta límites insospechados, que era lo que la compleja trama ideada por Moore requería.
Y así nació la obra más venerada y odiada de la historia del comic: WATCHMEN.
La acción transcurre en 1985, en una sociedad distópica, en la que los americanos ganarón la guerra de Vietnam y Richard Nixon sigue siendo presidente de los Estados Unidos.
Los justicieros enmascarados que nos muestra Moore, son cualquier cosa menos superhéroes, ya que al margén de que tan solo uno de ellos tiene superpoderes que le otorgán cierta divinidad, sus actos están lejos de considerarse heroicos.
Además, debido al Acta Keene promovida por el gobierno, o bien se ven obligados a trabajar para él, o son considerados proscritos.
Una obra que cambió el género, ya que después de su publicación, los comics de superhéroes se hicierón más oscuros, y con tramas cada vez más adultas.
Resulta obvio decir que la devoción que siento por esta obra maestra puede resultar enfermiza, pero solo aquel que la ha leído puede saber de lo que hablo.
Una obra que a cada lectura se crece, y siempre descubres cosas que se te escaparón anteriormente. Cuanta envidia me dan aquellos que aún no la han leído y se disponen a hacerlo por vez primera.
Yo, practicamente es el único comic que recomiendo a aquellas personas que siendo lectoras habituales, no han leído uno en su vida, o bien solo lo hicierón en su más tierna infancia.
Watchmen es la obra por la que Alan Moore es considerado el mejor guionista de comics de todos los tiempos, aunque yo prefiero denominarlo escritor, porque al fin de al cabo, todo es literatura. Y Moore es uno de los literatos más grandes de la historia, a la altura de Cervantes, Shakespeare o Joyce.

4 comentarios:

BELDARIN dijo...

Y Quien vigila a joss Osterman

JON OSTERMAN dijo...

Osterman no tiene quien le vigile. Por cierto se escribe Jon, no Joss.

DECKARD dijo...

Yo lo leí hace unos tres años y me encantó ese respeto por lo clásico, introduciendo a la vez una trama más compleja y plagada de pensamientos políticos, sociales y hasta metafísicos. Tampoco está exenta de emoción: esa reunión de viejos compañeros de fatigas en decadencia resulta de lo más entrañable.

A ver qué tal la versión de Zack Snyder, yo no soy muy partidario de "300".

Un saludo!

JON OSTERMAN dijo...

Pues para mi 300, es de lo mejorcito de este año. Y eso que cuando lei el comic, que no me gusto demasiado, no tenía muchas esperanzas puestas en ella.