Nueva entrega, y supuestamente última, de la odisea de Jason Bourne en busca de su pasado.
Perseguido por aquellos que le hicierón, vuelve en esta película más letal que nunca.
Por fin descubrira su verdadera identidad, y quienes y porque hicieron de él un asesino.
La trilogía de Bourne, se ha convertido en cada una de sus entregas en lo mejor dentro del cine de acción, convirtiendose instantaneamente en clásicos del género.
Algunos crítican su mareante cámara en mano, pero esta le da a la acción un tono de realismo como pocas veces se ha visto en esta clase de películas.
Mucho se ha comparado esta trilogía a los films de James Bond, resaltando su realismo en contraposición con las cada vez (si exceptuamos la última) más fantásticas aventuras de 007.
Poco tienen que ver unas con las otras, porque las de Bourne, ni sin de espías, ni el protagonista pretende salvar el mundo de manos del megalómano de turno.
Estas son la típica historia del gato y el ratón, servidas con una acción desenfrenada, y con unas tramas que te enganchan hasta el final.
Para terminar resaltar que el climax final de esta película, enlaza con el epílogo de la anterior entrega, por lo que todo lo visto hasta ese momento sucede antes de ese final.
En definitiva, una excelente muestra de como debería ser el cine de acción actual.
Valoración: **** (sobre *****)
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