Tras el estreno de "Bitelchús", Tim Burton recibió de manos de la Warner un proyecto que el estudio Hollywoodiense llevaba acariciando largo tiempo, y que no era otro que llevar a la gran pantalla las historias de uno de los héroes más famosos y longevos del comic.
El personaje, en el momento que se gestó la película estaba viviendo una época muy dulce en las viñetas, por lo que su traslado al cine era inevitable.
La intención de los productores era alejarse lo máximo posible de la serie de tv que se hiciera en los años 60, por lo que la elección de un director con personalidad y un pelín siniestro era lo más lógico.
Tim quería hacer de Batman un ser oscuro y temible, en contraposición con un Bruce Wayne melancólico y atormentado, por lo que eligió al protagonista de su anterior film, Michael Keaton, para interpretar los dos roles. Elección que fue muy criticada por todos los fans, pero que una vez visto el resultado resultó de lo más acertada.
Para su nemesis, el personaje elegido fué el Joker, que estuvo interpretado por un génial Jack Nicholson, aunque hiciera una caracterización un tanto bufonesca.
La chica sería Vicky Bale, y la actriz elegida resultó ser Kim Bassinger, estrella en alza en el momento de su realización.
La película, que cambió algunas cosas con respecto a su homónimo de papel, como por ejemplo el origen del Joker, y que este resultasé ser el asesino de los padres del protagonista, resultó ser el film más taquillero en 1989, haciendo de Batman el personaje más popular del comic y encumbrando a su director hacia el estrellato.
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