viernes, 7 de diciembre de 2007

Con Dimons pero sin alma

Cuando Peter Jackson decidió llevar a la gran pantalla la obra de Tolkien, sentó cátedra a la hora de llevar al cine novelas del género de la fantasía.
Salvo honrosas excepciones, la mayoría han sido fallidas muestras que nos vienen a decir que aquello que funciona en papel no tiene porque hacerlo en celuloide.
LA BRÚJULA DORADA no es ninguna excepción.
Con un guión confuso y una dirección poco brillante de manos de Chris Weitz, este film pretende apabullarnos a base de efectos visuales, cosa que tampoco consigue, ya que no hay en ellos nada que no hayamos visto antes.
Quizás en manos más expertas, como por ejemplo Guillermo del Toro o Alfonso Cuarón, esta película hubiera sido algo grande, ya que la novela en la que de basa, (la primera de una trilogía), contiene elementos suficientes para fascinar al lector.
Y es que, como ya ocurriera con "Eragon", son muchas cosas del original que se quedan fuera, por lo que la historia que nos pretenden contar no se entiende muy bien.
Estoy seguro que muchas de ellas se han quedado en la sala de montaje, ya que al pretender hacer una película de duración estandar, se nota mucho la tijera en la mayoría de las secuencias, que se sucenden de forma bastante caótica de una a otra.
Seguramente, y gracias a la enorme campaña publicitaria, obtendrá un enorme exitazo que animará a sus productores a filmar las dos secuelas restantes, pero ya podrían elegir a un director más capaz para llevar a buen puerto una producción de semejantes características.
El señor Weitz tenía que haber hecho caso a su instinto, cuando en un primer momento no se vio capaz se acometer una superproducción.
Y es que por mucho que la quieran comparar con "El Señor de los Anillos", no le llega ni a la suela de los zapatos; y solo el prólogo de "La Comunidad del Anillo" vale un millón de veces más que todo el metraje de esta fallida película.

Valoración: ** (sobre *****)

1 comentario:

BELDARIN dijo...

VAYA GRACIAS NOS AHORRAREMOS EL DINERO Y IREMOS HA VER OTRA COSA.
Siento que no te gustara.