
Empezaré diciendo aquello de que lo que funcionaba hace 25 años, no tiene porque hacerlo en la actualidad, y este telefilm es la prueba palpable de ello.
Los ingredientes vienen a ser los mismos, un caso que resolver y el habitual enfrentamiento con los villanos de turno.
Claro que aquí, tiene que haber sitio para la presentación de los personajes principales.
Lo más destacado de este capítulo de presentación vuelve a ser el coche, fabricado con nanotecnología y equipado con una inteligencia artificial de última generación.
Todo lo demás es previsible, y no hay lugar para sorpresa alguna.
El protagonista que responde al nombre de Mike, resulta ser el hijo de Michael Knight, que aquí vuelve a ser interpretado por David Hasselhoff, en un cameo al final del mismo.
En una televisión como es la estadounidense, poblada de grandes series, innovadoras y en donde cada capítulo es una sorpresa (no voy a citar ningún título, ya que aquí cada uno tendrá su favorita), con multitud de personajes complejos, y tramas enrevesadas, va a ser difícil que una serie como esta, con indudable sabor añejo, se haga un hueco.
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