¡Yipi Ka Yei, Hijo de Puta!

Quiero aprovechar el reciente estreno de la cuarta entrega de la Jungla para hacer un repaso a la saga, haciendo especial hincapie en esta última, la cual fui a ver ayer.

Empezando por la primera, "Jungla de cristal", que fue estrenada en 1988, nos presentaba a John McClane, policia de Nueva York, especialista en estar en el lugar más inadecuado, en el momento más inoportuno. Nos narraba como durante las vacaciones de Navidad, este llegaba a Los Angeles para visitar a su esposa, que trabaja en el edificio Nakatomi, el cual es secuestrado por unos terroristas, a los cuales tendra que hacer frente solo, con su astucia y profesionalidad. Dirigida con un sentido de ritmo a prueba de balas, y repleta de un humor negro como el carbón por John McTiernan, esta película sigue siendo todo un referente del mejor cine de acción.

La segunda entrega nos llegaría en 1990, bajo la dirección de Renny Harlin. La acción se situa en el aeropuerto de Washington, donde llega nuestro héroe a esperar a su esposa, para pasar con ella las Navidades. Sobra decir que de nuevo tendra que enfrentarse a terroristas en solitario.

"La jungla 2. Alerta roja" es una secuela que esta a la altura de su predecesora, y que contiene el final más apoteósico de toda la saga.

John McTiernan volvería a tomar las riendas para "Jungla de cristal. La venganza", estrenada en 1995, y que se desarrollaría en Nueva York durante el verano. Esta vez tendra que hacer frente a unos terroristas que estan plagando la ciudad de bombas. Para ello contará con un inesperado aliado.

Aunque las situaciones entre los dos protagonistas son las más divertidas de toda la saga, estamos ante la más floja de las cuatro, pero sin embargo es muy superior a la media que habitualmente nos ofrece Hollywood.

Y llegamos a la última entrega, "La Jungla 4.0", que esta vez a dirigido Len Wiseman. En ella, McClane tendra que vérselas con terroristas informáticos que estan sembrando el caos por todo el país. Como muy bien se ha dicho, estamos ante el último héroe analógico en una era digital.

Esta cuarta aventura nos devuelve lo mejor de la saga, con una acción sin freno, que no nos deja ni un momento de respiro. Rodada en su mayor parte con efectos visuales visuales sin ayuda del ordenador, contiene espectaculares secuencias que te dejan clavado en la butaca.

Quizás la parte más negativa del film sea un villano sin el carisma que nos ofrecían los anteriores. En definitiva, un excelente broche final, para unas de las mejores sagas del cine de acción de todos los tiempos.