jueves, 20 de agosto de 2009

Melodrama en Chicago

Ayer tocó ir a ver Enemigos públicos, la nueva película de Michael Mann, director de joyas como Heat, Collateral o El dilema.
Aquí nos traslada a los años 30, para contarnos el auge y la caída de John Dillinger, famoso atracador de bancos en los años de la depresión, mitificado en el film como si fuera una especie de Robin Hood.
Cosa que dudo mucho que fuera en realidad.
Con una cuidada ambientación , y un plantel de actores de gran calidad interpretativa, la película quizás peca de parecerse demasiado a la que es para mí su mejor film: Heat.
Lo que las diferencia es que esta de ahora esta basada en hechos reales.
Quienes hayan seguido la trayectoria del director, conocerán su manera de rodar, por lo que no se sorprenderan del poco sabor clásico que desprenden cada uno de sus fotogramas.
Tambien influye el que este rodada en Alta Definición, por lo que da a las imágenes una extraña sensación.
Tendría que decir, que aunque lo parezca, esto no trata de ser una crítica negativa, ya que a pesar de sus defectos, es un buena película, quizás menos de lo esperado, pero buena al fin de al cabo.
Siempre merece la pena ir a ver una película de Michael Mann al cine, ya que no suele defraudar.

3 comentarios:

DECKARD dijo...

Pues a mí me ha encantado, incluso creo que supera a "Heat" en sutileza, concisión y calidad interpretativa. Aquí, al menos, no tenemos que soportar a un Al Pacino totalmente desbocado.

Para mí la decepción fue "Miami Vice", pero "Enemigos Públicos" me parece la película más redonda de Michael Mann hasta la fecha.

Un saludo!

Mikel dijo...

Lamento no coincidir... Me ha parecido una película floja, sin chispa, sin una definición clara de los personajes, con un estilo de narración muy poco afortunado, y unos excelentes intérpretes sin papel para desarrollar por cula de un guión poco inspirado. (Tampoco me gustó HEAT, aunque THE INSIDER me encanta)

JON OSTERMAN dijo...

Me esperaba tu opinion amigo Mikel, ya que conocía tu aversión a Heat.
Y esta, no deja de ser una copia de la aquella.
Lo único que cambia es la época, la ciudad y que esta basada en personajes reales.
Por lo demás, casi un calco.
Aún así, sigo pensando que MIchael Mann es uno de los mejores directores del panorama actual, aunque no siempre acierte.
Saludos.