El amanecer del simio

Diez años después de intentar reiniciar la saga, con el infumable remake de Tim Burton, la Fox vuelve a intentarlo con El Origen del Planeta de los Simios.

Se podría decir que es un remake de la cuarta entrega de la saga original, pero los cambios son tantos, que deberíamos considerarla precuela o reebot, que es lo que actualmente se lleva.

Como profundo admirador de la película interpretada por Charlton Heston (no tanto de las sucesivas secuelas), no tenía puestas demasiadas expectativas en este reinicio, pero una vez vista, tengo que decir que el resultado funciona.

No nos hará olvidar el clásico, pero esta nueva película es un inicio perfecto para reflotar una franquicia que parecía que no tenía nada nuevo que ofrecer.

El nuevo enfoque que han dado los guionistas y director (aunque sea más bien un producto de estudio y no de autor), sin ser original, resulta convincente, y logran una estimable película que nos hace pensar que si las cosas se hacen de forma correcta, todavía puede haber mucho que contar.

Naturalmente, el resultado final no hubiera sido el mismo sin los avances tecnológicos en materia de efectos visuales.
Y es que los maquillajes de los actores en los anteriores films, perfectos para su época, e iconos reconocibles por todo el mundo, hoy en día resultarían totalmente irrisorios.
La captura de movimiento en un film como este era imprescindible y arriesgada, ya que no es lo mismo crear criaturas imaginarias como es el caso de Gollum o los Na´vis de Avatar, que hacerlo de animales reales.
En este caso, de verdad es para quitarse el sombrero, ya que han conseguido unos primates casi perfectos y creíbles, y aunque en planos generales se note el CGI, resultan en todo momento convincentes.

Si siguen por este camino, no todo esta perdido en el Hollywood actual.