martes, 23 de agosto de 2011

Aquellos maravillosos años

Por fin, dos meses y pico después de su estreno en USA, nos llega a la piel de toro la última maravilla de J.J. Abrams.

Super 8 se desarrolla en el año 1979, en un pequeño pueblo de Estados Unidos, donde todo el mundo se conoce.
Allí, un pequeño grupo de adolescentes aficionados al cine, ruedan en el formato que da título a la película, una de zombies, para presentarla a un concurso amateur.
Una noche, mientras ruedan una de las secuencias en la estación de tren, sucederá un accidente, que cambiará sus vidas para siempre, y les hará dejar atrás la inocencia de su juventud.

Ya he hablado con anterioridad de este esperado film, por lo que no me voy a extender demasiado.
Lo esperaba con muchas ganas, y no me ha defraudado nada.
Quizás el final este un poco cogido por los pelos, pero no desluce el conjunto.
Me ha dado justo lo que me esperaba de él.
Una vuelta a ese cine que nos maravilló de pequeño, al que homenajea sin pudor.

El creador de Perdidos no inventa nada nuevo, pero aún así, es una delicia poder ver, aunque sea de ciento en viento, una película de estas características, que por increíble que parezca, no apela a la nostalgía.
Una rara avis en el Hollywood actual, más preocupado por la parafernalia pirotécnica que en contarnos una historia, que solo un cineasta de gran talento nos podía dar.

2 comentarios:

Plissken dijo...

Maravillosa sincronía, caballero. A falta de ver la peli de Abrams, a la que le tengo muchas ganas he republicado una entrada dedicada a los Goonies, titulada... Aquellos maravillosos años :D

JON OSTERMAN dijo...

De casualidades esta el mundo llena, amigo Plissken.
Saludos.