El día en que se paró la Tierra

Una nave de origen extraterrestre aterriza en Washington DC.
De ella se bajan su piloto, y un robot de aspecto amenazador.
Klaatu, que es como se llama el alienigena, que ha adoptado aspecto humano les quiere trasmitir un mensaje.
Si siguen con las guerras y construyendo armas atómicas, nuestro planeta sera destruido en poco tiempo.
El ejército decide llevarle a un hospital cercano para poder estudiarle.
Pero logra escapar de allí, y su único objetivo es poder llegar a su nave, que esta custodiada por el ejército.
Cuando se percatan de su huida, comenzarán la caza de este ser venido del espacio, ya que lo consideran una amenaza.
Pero en su escapatoria, no estará solo, ya que sera ayudado por un niño y su joven madre, que desconocen su origen.

Esto es a grandes rasgos, el argumento de ULTIMATUM A LA TIERRA, película de 1951, que dirigió Robert Wise.
Interpretada por actores poco conocidos, y con un presupuesto de serie B, es a día de hoy, todo un clásico, y un gran referente dentro del género.
Su brillante puesta en escena, la magnífica labor de todos los implicados, y un mensaje que sigue teniendo validez, hacen que su visión sea obligada para todo gourmet del cine de calidad.
Y es que la influencia que este film ha tenido, no solo en el cine posterior es alargada.
Autores como el fallecido Stanley Kubrick, Ridley Scott, y el mismísimo Alan Moore la tienen entre sus favoritas.
Y es que es difícil no dejarse cautivar por los grandes valores que posee esta película.

PD: En estos momentos se rueda un remake, protagonizado por Keanu Reeves, que a buen seguro desvirtuará el original.
Y es que hay cosas que son tan perfectas, que no necesitan una nueva versión.
Pero así es la Fox, que hace unos años produjó un remake de otro clásico de la ciencia ficción en donde los simios eran la especie dominante, con resultados más bien mediocres, y que no nos hizo olvidar la original.
Presiento que algo parecido volverá a suceder esta vez.