jueves, 19 de julio de 2007

El fantástico mundo de Tim (I). BITELCHÚS. No es serio este cementerio


Tim Burton comenzó su carrera trabajando como dibujante para los estudios Disney. Pero como su desbordante imaginación se veía limítada, se fue para crear sus propios trabajos.
Empezó realizando cortos casi de forma casera.
El primero de ellos, que llevaba por título "Vincent" estaba hecho con marionetas y narraba la historia de un niño un tanto raro que era admirador de Vincent Price.
En el segundo, "Frankebweenie", un niño resucitaba a su perro a la manera de Frankestein.
Pero pronto daría el gran salto hacia el largometraje, y lo haría con "La gran aventura de Pee Wee", que conoció muy poca repercusión.
Pero le basto para que la Warner decidiera financiarle su siguiente locura.
Se trataba de "Bitelchús"(1988), la historia de un matrimonio que fallecía en un accidente de coche. Entonces reaparecen como fantasmas en su casa, que ante la desaparición de estos, es vendida a una peculiar familia.
Cuando todos los métodos que utilizan para poder echarlos fracasan, deciden contratar los servicios de un bio-exorcista muy especial.
En ella esta todo por lo que Tim siente pasión. Un ambiente gótico, su amor por el mundo de los muertos y personajes fuera de lo normal.
Totalmente llena de imaginación y con un humor negro como la noche, la película obtiene un inesperado exito que le llevará un proyecto mucho más ambicioso.
Pero esa es otra historia, y se contará en otra ocasión.

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