domingo, 31 de julio de 2011

Verde, que te quiero verde

Desde siempre he sido más de Marvel que de DC, pero en los últimos tres o cuatro años esto ha empezado ha cambiar, y el cambio se ha ido acentuando en los últimos meses.

Salvo Superman o Batman, y ocasionalmente La Liga de la Justicia, hasta que no empezó Planeta ha editar los comics de la Distinguida Competencia, no me había acercado a este Universo comiquero.
De Green Lantern, aunque lo conocía vagamente, no había leído nada hasta que se publicó Renacimiento, y desde eso mismo instante quede cautivado por el personaje.

Todo se ha debido al buen hacer de su guionista actual, Geoff Johns, que ha sabido conjugar pasado, presente y futuro en un personaje que apenas tenía relevancia en el Universo DC.
Y actualmente es, después del Caballero Oscuro, la que más vende y más títulos mensuales tiene de esta editorial.

A día de hoy, tengo practicamente todo lo que ha publicado la editorial Planeta, salvo los clásicos en formato mini y en blanco y negro que sacó.
El spin-off, Green Lantern Corps, es tan apasionante como su hermano mayor, y juntos forman por si mismos, un propio Universo fascinante.

Normalmente, cuando sale algo en tomo que previamente ha salido en grapa, me suelo desprender de esta última, si la compra merece la pena.
No esta siendo este el caso, ya que a pesar de haberme comprado los tres tomos: el Orígenes más los dos tochales, sigo conservando las grapas.

Si, ya se que he escrito con anterioridad sobre las excelencias de esta etapa, pero el reciente estreno en nuestro país de la película basada en el personaje merecía la pena volver sobre ello.

Ire a verla esta tarde, en 2D, por supuesto, y mañana tendreís me impresión sobre ella.
La taquilla no le acompañado, y el 99 % de las críticas, tanto a nivel profesional, como de mero aficionado estan siendo muy negativas, pero no es algo que me haga desertar de ir a verla, ya que prefiero tener mi propia versión.

domingo, 24 de julio de 2011

El Club de los 27

Ayer fué encontrada muerta en su casa de Londres, la cantante Amy Winehouse, trás llevar un corta pero intensa vida, repleta de polémica y llena de excesos.
Ha fallecido a la temprana edad de 27 años, que es el precio que hay que pagar cuando se vive al límite del abismo.

Aunque aún no se sabe las causas de su fallecimiento, es lógico pensar que con una trayectoria de autodestrucción como la que llevaba, es la que se la ha llevado a la tumba.
Todo apunta a una sobredosis, y especulando, cabe la posibilidad de que su intención era suicidarse, y así poder entrar en el exclusivo Club de los 27, requisito indispensable si deseas convertirte en un mito.

Parece ser que para ser miembro de tan selecto Club, un requisito es llevar una vida repleta de drogas y de alcohol, que aunque no sea indispensable, ayuda bastante a la hora de morir joven.

De esta manera, tiene miembros tan ilustres como Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Kurt Cobain, aunque la causa de la muerte de este último fué de un disparo provocado por él mismo.

Tambien pertenece al Club, nuestra Cecilia, famosa cantautora allá por los años 70, que falleció en un fatídico accidente de coche.

sábado, 23 de julio de 2011

Nuestro amigo Paul

Graeme y Clive son dos ingleses inmaduros, frikis y aficionados a la ufología que durante unas vacaciones de verano, después de visitar la Comic-Con de San Diego, hacen la ruta de avistamientos de ovnis por los Estados Unidos en una caravana alquilada.
Nada más comenzar su periplo, casi tienen un accidente, en el cual se encuentran con un alienígena chuleta y mal hablado que responde al nombre de Paul, que lo único que quiere es volver a su planeta, después de más de treinta años siendo estudiado por el gobierno.

Simon Pegg y Nick Frost, vuelven a escribir y protagonizar su tercera película juntos (después de las divertidas y refrescantes Zombies Party y Arma Fatal) en otra comedia, con la que homenajean al cine americano de ciencia ficción de los años 70 y 80, sobre todo al de Steven Spielberg y George Lucas, repleta de guiños cinéfilos que harán las delicias de todos aquellos que como a ellos, les encantan las películas de las que hacen referencia.
Como a un servidor, que en algunos momentos, llegue hasta aplaudir.

Y es que nadie que sea fan de este género cinematográfico, y por supuesto del cómic, va a salir defraudado.
La pega esta en que aquellos que no esten familiarizados con la cultura popular, se perderán el verdadero encanto de este formidable film, por lo que se recomienda hacer un curso intensivo de frikismo, para poder disfrutarla al máximo.

martes, 19 de julio de 2011

Un mundo enfermo

Resulta complicado hacer una reseña de El Asco, una obra escrita por Grant Morrison que fué publicada en 2002 dentro del sello Vertigo, y que aparece ahora publicada en un estupendo tomo en cartoné de la mano de Planeta, aunque ya la editó en prestigios Norma cuando poseía los derechos de la editorial americana.

Complicada, por que resulta ser tan barroca y bizarra, que cualquier explicación que se de sobre su argumento puede resultar valdío.
Se dice que forma parte de una trilogía no intencionada junto con Flex Mentalo (obra que no he tenido ocasión de leer) y Los Invisibles (esta si que la he leído, y comparte con ella muchas cosas en común).

Si habría que comparar la trayectoria del guionista escocés con algún otro, yo, desde mi modesta sabiduría cultural, lo haría con Philip K. Dick, ya que ambos no solo comparten temas en sus obras, sino que tambien ambos abusarón de las drogas.

La experiencia de leer una obra como esta puede resultar extasiante, y como todo lo escrito por su autor, o se ama o se odia.
Por suerte para mí, me encuentro dentro del primer grupo, y si bien no he leído todo, lo que si he leído me ha dejado más que satisfecho.

Tambien ayuda a que este trabajo resulte satisfactorio, el excelente dibujo de Chris Weston, detallista y cuidado hasta límites insospechados.

Debe tener cuidado aquel que no este familiarizado con las historias del señor Morrison, ya que se le puede indigestar, y que que no es plato para todos los gustos.
Su lectura no debe ser tomada a la ligera, y es necesario hacerlo de manera reposada, sin nada que te pueda sacar de ella.

Algunos os preguntareís a que viene el título del post, el cual no tiene nada que ver con la reseña escrita, pero una vez leída la obra en cuestión, entendereís el significado del mismo.
Imprescindible, y estoy seguro que a cada nueva relectura se descubre algo nuevo.

domingo, 17 de julio de 2011

El retorno del Mago

Tras casi once años y ocho películas, la vida y milagros del mago más famoso del mundo llega a su fin.
En la segunda parte de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, asistimos al duelo final entre este y Voldemort, y solo uno de ellos saldrá con vida.
Durante estos años hemos visto momentos memorables, junto a otros más olvidables, pero de lo que no cabe duda es que estamos ante una saga que pasará a la historia del cine por muy diversos motivos.
El primero de ellos por ser la más taquillera de la historia.

Jamás, en más de 100 años de cine, ha habido una dirección de producción de estas características y proporciones, la cual a priori parecía imposible de mantener.
El hecho de tener durante tan largo tiempo atados a los mismos actores y al mismo equipo técnico podría haber resultado una quimera.
Y no solo por otros compromisos que pudieran tener, sino por los diversos obstáculos que hay en la vida de todo ser humano.
Prueba de ello, es la sustitución a partir de la tercera película de Richard Harris por Michael Gambon en el papel de Dumbledore, debido al fallecimiento del primero.
Por fortuna no ha sido así, excepto algún caso excepcional: el guionista habitual de la saga, Steve Kloves, no pudo escribir la quinta entrega por motivos personales, cosa que repercutió en el film, posiblemente el más flojo de todos, ya que curiosamente pasa ser el de menor duración, cuando la novela resulta ser la de mayor extensión.

Pero vayamos a lo que de verdad importa, que es hacer una breve reseña de lo que me ha parecido esta última, que por motivos comerciales, y por no tener que prescindir de demasiadas cosas de la novela se ha divido en dos.
(Si quereís conocer mi opinion del resto de los films, encontrareís las cinco primeros aquí, y el sexto aquí)

Esta doble entrega, se ha convertido con permiso de la tercera, en la mejor de todas.
En sus cuatro horas y media de duración, hay emoción, épica, y todo lo que se pueda pedir a una producción como esta.
En ella podemos encontrar grandes momentos que se quedaran imborrables en nuestra memoria, y que posiblemente sean de lo mejor de toda la saga.

Prueba de ello lo podemos encontrar en la primera parte, con secuencias como la del momento en que Hermione borra los recuerdos de su existencia a sus padres, o cuando se marca el baile con Harry en la tienda de campaña.
Tambien resulta destacable la secuencia en la que los tres amigos toman la poción de la trasformación, y se hacen pasar por tres trabajadores del Ministerio de Magia, el momento más divertido de una película en la que proliferan los momentos más tenebrosos.
Y por supuesto, cuando se narra la fábula de los tres hermanos, utilizando una técnica visual tan antigua como el propio cine.

En su segunda parte, secuencias para recordar son en la que entran en el banco de los duendes.
Pero sobre todo, el momento más emotivo y destacable de todos, lo encontramos en la secuencia en la que Harry recoge las lágrimas de un agonizante Snape, las lleva al pensadero, y allí ve los recuerdos de este.
En ella podemos ver en pocos minutos, desde su agridulce infancia y juventud, torturado por un amor no correspondido y objeto de todas las burlas de sus compañeros, hasta los verdaderos motivos de su manera de proceder con Harry durante estos años, y nos reconcilia con el personaje menos agradecido de toda la saga.

Un magnífico broche final, como se merece una saga que nos ha estado acompañando durante diez largos años, y que ha visto crecer a varias generaciones.
La criatura creada por J. K. Rowling, ha logrado que los más pequeños se interesen por la lectura en plena era de la tecnología, y que muchos pudieran asistir por primera vez a la magia de una sala oscura de cine.

sábado, 16 de julio de 2011

El superhéroe más grande del siglo XXI

Si te gustan los comics de superhéroes, pero estas aburrido que tanto Marvel como DC giren sus argumentos una y otra vez sobre lo mismo, con crossovers interminables y eventos que pretenden cambiarlo todo para dejarlo otra vez igual.
Si buscas una serie que original y fresca, que te ofrezca aquello que tenían los tebeos que se publicaban en la edad de plata, deja de buscar.

Todo lo que un gran cómic de superhéroes te puede ofrecer: peleas, amenazas intergalácticas, personajes muy bien definidos, romance y diversión.
Todo esto y mucho más lo puedes encontrar en Invencible, la serie escrita por Robert Kirkman, que lleva ya publicados en Estados Unidos más de 70 números, sin perder un ápice de su frescura y originalidad.

Hace algún tiempo escribí en este mismo blog una reseña bastante negativa de los primeros números, pero aún así, decidí darle otra oportunidad.
Y la verdad, no me arrepiento, y tuve que comerme mis propias palabras, ya que si bien en los números precedentes puede parecer más de los mismo, tu perspectiva cambia radicalmente al seguir avanzando su apasionante lectura.

Raro es que una serie actual no dacaiga en algún momento de su trayactoria.
Le pasa al Capitán América de Ed Brubaker, y tambien al Green Lantern de Geoff Johns.
Por citar dos excelentes series actuales.
Pero por raro que parezca, las aventuras de Mark Greyson, a medida que avanzan, se hacen más y más apasionantes, y su guionista lejos de acomodarse, nos sigue ofreciendo el mejor cómic de superhéroes de la actualidad.

Los que seguimos la edición española, nos tenemos que comer las uñas entre un tomo y otro, ya que su publicación, primero en Aleta, y después en Dolmen. es bastante errática.

Para comprobar que no estoy exagerando, solo tienes que acercarte por tu librería habitual.
Quedarás enganchado de por vida.

martes, 12 de julio de 2011

Dios salve a La Reina

Hoy se cumplen 25 años del último concierto que la mítica banda de rock, Queen, ofreció a sus seguidores.
Fué, como no podía ser de otra manera, en el estadio fútbol de Wembley, en donde ponían broche final a la gira "Live Magic", y por aquel entonces, nadie podía imaginar de que se iba a tratar de la última vez que su carismatico cantante y líder, Freddy Mercury, se subiría a un escenario.

La noche de 12 de julio de 1986, sábado para más señas, la mejor banda de la historia del rock para el que esto suscribe, haría un repaso a su excelente repertorio, que hizo vibrar a cientos de miles de fans que allí se congregarón.

Tanto por los que allí estuvierón, como los que no pudierón asistir (esta registrado en un doble Cd y en DVD), se trata de un concierto irrepetible, y en el cual el cuarteto británico dierón lo mejor de si mismos.


Aunque después de esa fecha, grabarón dos discos más, "The Miracle" e "Innuendo", estos no fuerón presentados en directo, por lo que la gira del disco "A Kind of Magic", se convirtió en su inolvidable legado en vivo.

domingo, 3 de julio de 2011

El conejito de la suerte

Ayer, obligado por las circustancias, incumplí dos promesas que me había hecho a mi mismo.
No volver a ver una película en 3D, y no ir a ver Transformers. El lado oscuro de la luna.

Los motivos por los cuales me hice tales promesas son, porque las tres dimensiones no me aportan nada, es más, a mi modo de ver, desvirtuan totalmente el visionado de las películas.
En cuanto a no querer ver el nuevo espectáculo de Michael Bay, era porque la segunda entrega de los robots extraterrestres era tan sumamente mala, que creía que la formula estaba totalmente agotada.

Y tenía toda la razón.
La película es una auténtica basura.
Un guión inexistente, que copia descaradamente un sinfín de títulos, de los que no voy a nombrar ninguno ya que la lista seria interminable, y a cualquiera que la haya visto le habran venido a la cabeza.

El espectáculo visual que nos ofrece esta vez el director de La Roca, es más de lo mismo, no ofreciendo nada nuevo.
Y lo peor de todo es que necesita dos horas y media para contarnos una historia mínima, en la que a medida que avanza el metraje, el tedio se va apoderándose de uno, y no ve el momento de que acabe semejante despropósito.
De los actores, mejor nos olvidamos, ya que resulta increíble que intérpretes de la talla de John Turturro (presente en la trilogía), John Malkovich y Francis McDormand desperdicien su talento de esta manera.
Por no hablar de la chica florero que nos han colado esta vez como novia del protagonista, claro ejemplo de que cuerpo escultural y cara bonita no son suficientes para ser actriz, y que hace bueno el dicho ese de que todas las rubias son tontas.

No quiero olvidarme del hoy en día abuso que hay del 3D, ya que bien sea añadido en postproducción, o como en este caso rodado con cámaras especiales, es una auténtica mierda.
No me extraña que en Estados Unidos los espectadores le hayan dado la espalda al formato que el señor James Cameron nos quiere vender a toda costa como el gran salvador del cine en las salas.

Y pensar que la primera entrega era una más que digna película, con su toque a lo film de los 80, que el productor, Steven Spielberg había obligado dar al msmo.
Se ve que en las dos siguientes, su nombre esta en los créditos más que nada por el prestigio que da.