lunes, 13 de junio de 2011

Impresiones bárbaras



Después de estar viendo a Jason Momoa en el papel de Khal Drogo en la excelente Juego de Tronos, (serie que nadie debería perderse), he puesto toda mi confianza en la nueva película que sobre Conan han realizado en Hollywood.

Tambien esta ayudando mucho a cambiar mi opinión al respecto, cada vez que visioneo un nuevo trailer.
En ellos podemos ver una dirección artística grandilocuente, con impresionantes decorados, aunque esten hechos digitalmente.
Y por supuesto grandes escenas de batalla, con multitud de figuración, posiblemente digitalizada, pero que da el pego.

Para rematar la faena, el estar leyendo los cómics clásicos de la Marvel, en la nueva edición Las crónicas de Conan, y los más actuales, en la edición en tapa dura de Conan La leyenda, y el haber visto recientemente el film que dirigió John Millius, con el exgobernator "interpretando" al cimmerio, tambien esta sirviendo de ayuda.

Y es que mi valoración sobre esta película ha cambiado considerablemente.
Aunque la tenía en muy alta estima, algo ha cambiado en mí, ya que en su reciente visionado me he llevado una decepción muy grande.
Y no solo por el hecho de ser totalmente infiel al personaje y su mitología, sino por su pobre guión, y un acabado que más b¡en parece de producción de serie B, y en donde lo único salvable es la banda sonora de Basil Poledouris.
Por no hablar de las horrendas interpretaciones de todos y cada uno de los actores, algo que sería lo normal en el caso del adultero Arnold, sino que ni tan siguiera un actor de la talla de James Earl Jones es minimamente destacable.
Por no hablar de ese prólogo con una ex-reina del destape venida a menos en el papel de madre del bárbaro, y un niño llamado Jorge Sanz, que más tarde se convertiría en un mal actor.

Viendola, apenas podemos preveer que estamos ante una producción de fantasía heroica, o de espada y brujería, como más os guste llamarla, ya que de lo segundo hay poco, pero de los primero apenas nada.
En cuanto a los dirección artística, que decir, pues que es más bien cutre, con unos decorados de cartón piedra que dan demasiado el cante.
Y una puesta en escena muy pobre, donde la grandeza de la era Hyborea no asoma por ningún lado.

Por eso, he puesto todas mis esperanzas en el film que se estrena en agosto, que ha dirigido Marcus Nispel, con una filmografía poco destacable, que puede tener aquí su gran oportunidad.

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