Phil Sheldon, el fotógrafo que mejor supo retratar a unos justicieros con llamativos disfraces que hicieron su aparición en el Nueva York de los años 60, ha vuelto.
Y lo hace en la secuela de esa obra maestra que es Marvels.
Marvels. El ojo de la cámara empieza donde la primera termina.
Decimos adiós a unos años donde todo era más inocente.
Algo ha cambiado en el ambiente, todo se torna más oscuro.
Aparecen nuevos vigilantes, más violentos y inmorales que los que aparecierón por vez primera.
La ciudadanía comienza a desconfiar de ellos, y la campaña en su contra es el pan nuestro de cada día.
Kurt Busiek retoma la obra que le encumbró, aunque esta vez lo hace sin los lápices de Alex Ross.
En esta ocasión, le acompaña Jay Anacleto, que cumple de forma correcta, pero sin la maestría de Ross.
Si la anterior se nos mostraba hechos como la boda de Reed Richards con Sue Storm y la llegada de Galactus, terminando con la muerte de la dulce Gwen Stacy; en esta podemos comprobar como los héroes desaparecen, para luchar en una guerras secretas en un remoto planeta, o como Magneto es juzgado por sus crímenes, para terminar como la anterior de manera trágica, con la caída de los mutantes en Dallas.
Quizás el resultado final de esta continuación no sea tan brillante como su predecesora, pero si es una muestra más que nos vuelve a recordar que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Un cómic que hace de la nostalgia su mejor arma, y eso es algo que no se le puede reprochar.
3 comentarios:
el final toca la fibra... y en general la historia está muy muy bien.
saludos dsd alicante.
m u th a . 2k10
Intentaré pillarlo, pero nunca he sido de segundas partes.
A mi ha gustado ere
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