El día que termina la Gran Guerra, nace un bebe con el aspecto de un anciano de 80 años.
Su padre asustado lo abandona en un asilo, donde lo acojen y crían.
Le llamarán Benjamin, y ante el asombro de todos, cada año que pasa rejuvenece.
En tres líneas, este es el argumento de El curioso caso de Benjamin Button, la última película de David Fincher, y tercera vez que trabaja con Brad Pitt.
Personalmente considero sus anteriores trabajos con el actor (Seven y El club de la lucha) sus mejores películas, pero debo reconocer que esta vez me ha defraudado.
Una historia que sobre el papel es bonita y conmovedora, pero que en su traslación a la gran pantalla, no trasmite sentimiento alguno.
Considero que la sobra media hora de su largo metraje. Un guión demasiado estirado, teniendo en cuenta que el relato de F. Scott Fitzgerald en el que se basa es más bien corto.
Se que desataré la ira de aquellos de los que la consideran poco menos que una obra maestra, pero debo decir que aunque no me aburrí, tampoco puedo decir que sali del cine con entusiasmo (demasiada azúcar en la cinta), ya que los constantes flash-backs le restan emoción.
Las secuencias de la madre y la hija en el hospital estan de más.
Ni siguiera tenemos el peculiar estilo visual del director, el cual parece haberse aburguesado, realizando películas más academicas.
Puede que incluso gane el Oscar, ya que la Academia es muy complaciente y dada al sensibleria.
Valoración: ** (sobre *****)
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo. Creo que es una peli muy sobrevalorada.
Dices que le sobra media hora, yo digo que entre 45 y 60 minutos.
La película es la típica que sale para llevarse los Oscar.
La verdad es que prefiero al Fincher más "moderno".
Estoy de acuerdo contigo. A mí lo de la madre y la hija no me parecen tan mal llevado como lo de la historia del reloj pero es una película que me ha desfraudado bastante.
Impacientes Saludos.
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