Mi carácter nostágico hace que mis sentimientos hacia la Navidad sean positivos, y que añore las que pasé durante mi infancia.
Por esta misma razón, mi novela favorita de Charles Dickens es A Christmas Carol.
De esta inmortal obra se hecho multitud de versiones, sobre todo en cine.
Entre ellas, quisiera destacar la musical de los años 70, protagonizada por un genial Albert Finney, que me dejó una profunda huella.
Por eso, el ir al cine a ver la que ha rodado Robert Zemeckis en animación, con el impresionate 3D era una cita inaludible.
Aquí el protagonista total y absoluto es Jim Carrey, que no solo hace el papel de Mr. Scrooge, sino que tambien de los cuatro espíritus que le visitan.
Eso si, rodeado por unos secundarios de lujo, como un inmenso Gary Oldman como su empleado Bob Cratchit y su pequeño hijo Tiny Tim.
Como me emociono cada vez que veo la secuencia en la que el espíritu de las navidades presentes llevá al avaro Scrooge a la casa de los Cratchit.
Esta nueva versión de Cuento de Navidad, es escrupulosamente fiel a la obra original, eso sí, añadiendo alguna que otra secuencia para el lucimiento del 3D.
Quizás a los detractores de la animación hecha con captura de movimiento, la película les pueda parecer un tanto fría, y no porque se pase la hora y media que dura nevando.
En cuanto a mi, no puedo decir nada malo de ella, ya que la historia que aquí se narra me tiene cautivado desde que era un infante, y cada vez que la leo o la veo, no puedo evitar que se me caigan las lágrimas en determinados momentos.
Que se le va hacer, soy así de sentimental.
Si sentís la mismo que yo, no dudeís en verla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario