El pasado jueves se dierón a conocer las nominaciones a los Oscars, y todos aquellos que consiederamos a El Caballero Oscuro la mejor película estrenada el año pasado, nos quedamos compuestos y sin novia, ya que solo ha obtenido nominaciones de carácter técnico.
Eso sí, por lo menos Heath Ledger tiene una bien merecida nominación como actor secundario.
Y es que como ya dije en la reseña que hice del film, compone unos de los villanos más fascinantes de la historia del cine.
Aunque no he visto ninguna de las películas de los otros candidatos a esta categoría, no puedo opinar si la interpretación de estos es superior a la que el desaparecido actor hace del Joker, pero dudo mucho que le lleguen a superar.
Sería una injusticia que al final no se lo llevara, ya que supera a mi parecer, la impresionante interpretación de Anthony Hopkins como Hannibal Lecter en El silencio de los corderos, y la de Javier Bardem en No es país para viejos.
Ambos interpretarón a carismáticos villanos, y los dos fueron recompensados con sendos Oscars.
El primero como mejor actor en 1992, y el segundo en la misma categoría que el llorado Heath, es año pasado.
Espero que los académicos piensen lo mismo que yo, y acaben dandoselo, aunque por desgracia sea a título postumo, ya que se merece no solo este, si no todos los premios a los que pueda optar por una brillante e inolvidable actuación, porque la película podrá gustar más o menos, pero lo que nadie me puede rebatir es que su trabajo en el film de Christopher Nolan es antológica.
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