martes, 8 de noviembre de 2011

La línea clara de Spielberg

Desde que en 1981, leyera una crítica de En busca del arca perdida en un diario francés, Steven Spielberg ha estado interesado en llevar a la gran pantalla al personaje creado por Hergé.

Aunque ya había sido llevado con anterioridad, en dos olvidadas producciones francesas de los años 60, El secreto del Toisón de Oro, y El misterio de las naranjas azules, esta última coproducida y ambientada en España y llena de tópicos en imagen real, y otras dos animadas: Tintín en el Templo del Sol, y Tintín y el lago de los tiburones, que después se adaptó en álbum, no ha sido hasta ahora, que se le ha hecho justicia al personaje.

Las aventuras de Tintín. El secreto del Unicornio, toma elementos de tres de los álbumes, el que da título a la película y su continuación El tesoro de Rackham el Rojo, y El cangrejo de las pinzas de oro, que es donde el periodista del flequillo conoce al capitán Haddok, para narrarnos una única historia de ritmo trepidante, que no te da respiro en sus casi dos horas de duración.

Rodada usando la captura de movimiento, para luego ser animada mediante ordenadores, la película tiene un aspecto intencionadamente retro ya desde sus fabulosos títulos de crédito, en el que se nos muestran pasadas aventuras de Tintín.
Estos, homenajean al maestro Saul Bass, como ya hizo con anterioridad en Atrápame si puedes.

Si se ha hecho de esta manera, es para poder ser lo más fiel posible al legado de Georges Remi, ya que si se hubiera rodado en imagen real podía haber caído en el más bochornoso de los ridículos, como ha sucedido con las adaptaciónes de otro personaje del cómic franco-belga: Asterix, creado por Renné Gosccinny y Albert Uderzo.

Quizás hay es donde se le puede poner la mayor pega, ya que el estilo camp que destilan las imagenes del film, no casa bien con el falso realismo creado por ordenador.
Las historias de Tintín, leídas hoy en día, se han quedado bastantes desfasadas, por lo el haber utilizado tecnología de última generación a la hora de rodar una película del personaje, el aspecto final de la misma resulta un tanto extraño.

Como en Estados Unidos Tintín apenas es conocido, ha llevado a su director y a su productor Peter Jackson, que se encargará de la direccion de una posible secuela, a estrenarla primero en Europa, que es el continente que le vió nacer y donde más fieles seguidores tiene.

Su éxito en taquilla ha sido fulgurante, y la crítica benevolente, por lo unido al prestigio de sus artífices, es casi seguro que que se hará muy popular allende los mares.

El Oscar al mejor largometraje de animación lo tiene asegurado, y visto el trabajo de Andy Serkis, que da vida a Haddock (el mejor personaje de la función), aquí y en El origen del Planeta de los Simios, la Academia de Hollywood debería inventarse un Oscar nuevo.

Así y todo, la película es pura delicatessen, que ningún aficionado al séptimo arte debe dejar escapar.

2 comentarios:

ricardo dijo...

para mi una de las mejores pelis del año,por cierto,si q has tardado en comentarla,un saludo

JON OSTERMAN dijo...

Pues la verdad es que la vi el lunes posterior a su estreno, pero no la he resañado hasta una semana después ya que no tenía muy claro como enfocar dicha reseña.
Saludos.