Cuando en 1981 se estreno la original, ya parecía añeja, debido sobre todo a los efectos especiales del maestro Ray Harryhausen, que tras películas como La guerra de las galaxias o Encuentros en la tercera fase, su trabajo parecía del jurásico.
Por ello, y por la considerable falta de ideas que hay en el cine de Hollywood actual, decidierón que era el momento de hacer un remake de Furia de Titanes.
Quien haya visto los trailers, ya supondra lo que nos espera.
Grandes dosis de efectos visuales, acción a raudales y un guión tan plano y vacío como una hoja en blanco.
Eso si, la película no aburre en ningun momento, pero tras su visionado te quedas con la extraña sensación de que ya la había visto antes.
Y no porque se trate de un remake, sino porque copia tan descaradamente elementos y maneras de rodar de otras producciones recientes.
Estrenada en 2D y 3D, preferí ir a verla en el formato de toda la vida, ya que no me convence demasiado esta nueva forma de ver cine, sobre todo cuando tales efectos se añaden a última hora, aprovechando el éxito de Avatar.
Una cosa es ver la película de James Cameron, o la próxima de Tim Burton, que estan concebidas desde el principio para verse en 3D, y otra muy diferente es ver esta, y otras que estan por llegar, en la que apenas vas a notar diferencia.
En definitiva, puro entretenimiento Made in Hoollywood, ideal para ver estos días, si eres de los que se han quedado en casa en estos días de Semana Santa en los que parece que la crisis ha pasado a mejor vida.
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