Tony Manero es un joven de ascendencia italiana, que trabaja en una ferretería de lunes a viernes.
Le gusta vestir bien, y salir los sábados con sus amigos a bailar en la discoteca.
En la pista, no hay nadie que le haga sombra, y esta dispuesto a ganar el concurso de baile que en ella se organiza.
Tras un argumento tan pueril, se encuentra una de las mejores películas de los años 70.
Fiebre del sábado noche, estrenada en 1977, fué un éxito de taquilla, y su banda sonora es la más vendida de la historia.
Pusó de moda la música disco, e hizo famosos a los Bee Gees.
Por supuesto, tambien un entonces poco conocido John Travolta, se benefició del éxito de la cinta.
Mi recuerdo de este film era bastante vago, ya que hacia más de 25 años que no la había visto.
El volverla a ver recientemente, me ha supuesto todo un placer, ya que no era en absoluto lo que yo recordaba.
Resulta ser un retrato de la juventud de la época que no difiere en mucho a la actual.
Un excelente drama, que junto con Taxi Driver, refleja a la perfección como se vivía en Nueva York en aquellos años.
El director de la misma, fué John Badham, que se baso en un artículo aparecido en la revista New York Magazine para escribir el guión.
Significativo es el nombre de la Discoteca donde transcurre gran parte del film, la 2001 Odissey, que llegó a funcionar con ese nombre hasta 1987.
Recientemente, ya pesar de las protestas de los fans, fué domolida.
Todos los actores que en ella intervienen estan formidables, aunque excepto Travolta, no llego a triunfar ninguno.
Mención aparte se merece la actriz Karen Lynn Gorney, que interpreta a Stephanie Mangano, el objeto de deseo de Tony Manero.
Una lástima que después de este film no volvieramos a verla en ninguna otra película.
Sin duda, un gran film, que demuestra que el cine que se hizo en los 70, es el mejor en la historia del Séptimo Arte.
Claro que, esto último no deja de ser una opinión personal.
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