Inspirada por los famosos muñecos de Hasbro (la misma empresa que sacó los Transformers), el nuevo film de Stephen Sommers es tan vacío como entretenido, que se disfruta mientras se ve, pero que se olvida en cuanto sales de la sala.
Con un reparto coral, donde el actor más conocido es Dennis Quaid, la película pretende ser un quiero y no puedo de las de James Bond.
Pero falla en cualquier intento de hacer algo perdurable, ya que el supuesto argumento esta más visto que Gran Hermano, y los personajes tienen menos carisma que un Teletubbie, lo que imposibilita que te identifiques con alguno de ellos.
La típica película de verano para ir a ver, si quieres escapar de los calores propios de esta estación.
Lo peor de la función es su final abierto, que augura secuela.
Valoración: ** (sobre *****)
2 comentarios:
la marvel ha perdido el norte con el tema de los juguetes cada día que pasa va perdiendo mas compradores de tebeos, se tedndran que poner las pilas un día u otro.
Yo me lo pasé como un enano, y espero la secuela... con ganas!
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