Basada en una novela infantil ilustrada, La invención de Hugo es la última película de Martin Scorsese, la primera que hace para toda la familia, y rodada en 3D.
El citado film es toda una declaración de amor al noble arte de narrar historias, en especial a ese invento llamado cinematógrafo sin ningún futuro, como dijerón sus inventores naturales, Los hermanos Lumieré, aunque tambien a la literatura, con ese viejo librero personificado por Christopher Lee.
Ambientada en el París de 1931, narra la visitudes de Hugo, un niño que vive en la Estación de trenes de Montparnasse, donde se encarga del mantenimiento de los relojes.
Su vida cambiara cuando se topa con el dueño de la juguetería de la estación, que no es otro que George Méliés, creador del cine de ficción, que vive olvidado por todo el mundo, después de haber alcanzado el éxito con sus películas, y que interpreta de manera brillante Ben Kingsley
Decir que es maravilloso es quedarse corto, en un film deslumbrante por los cuato costados, que te atrapa desde el primer minuto, y no te suelta hasta su conmovedor final.
Lo tiene todo, una dirección brillante, unos magníficos actores, y una inventiva visual que solo esta al alcance de unos pocos privilegiados.
No he tenido el placer de leer la novela en la que se basa, por lo que no se si se encontrará ahí, pero es indudable que la película tiene un marcado toque dickensiano; y que visualmente recuerda al cine de Jean Pierre Jeunet, sobre todo a Amelíe, o puede que haya sido mi incosciente al estar ambientada en La Ciudad de la Luz.
No soy partidario del 3D, pero he de reconocer que el gran Scorsese hace un gran uso de él, y que posiblemente sea la película en imagen real que mejor utiliza este recurso.
Nadie, absolutamente nadie, debería perderse esta obra maestra.
3 comentarios:
Leí la novela y, seguramente, por eso no consiguió sorprenderme y me dejó algo frío.
Eso sí, es una buena película y un tributo que se merecía el "padre" del cine, George Méliès.
Buena reseña, un saludo. =)
Para mucha gente pueda resultar demasiado moñas, pero a mi me ha encantado y estoy totalmente de acuerdo en todo lo que dices.
Efectivamente, es uno de los homenajes al cine y la literatura más bellos que jamás he visto.
Es verdad que la estética recuerda a la de Jeunet, aunque a mí me recordó más bien a La Ciudad De Los Niños Perdidos por el toque steampunk (retrofuturista, para entendernos). Ese paralelismo entre maquinaria y narración que se establece en la película es una idea con una gran fuerza poética.
Un saludo!
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