Alan Moore dice: ¡Absoluta desvergüenza!

Se venía rumoreando desde hace meses que Dan Didio quería editar nuevas historias relacionadas con Watchmen.
Se hablaba de secuelas (algo impensable, ya que una continuación resultaría totalmente ilógica dado el carácter cerrado de la obra), y tambien de precuelas, que es por la opción que finalmente han elegido.

Al final, DC ha dado el visto bueno para realizar siete miniseries entre 4 y 6 números cada una, todas ellas con autores de renombre en los créditos.
Estas serán de publicación semanal, y estarán relacionadas entre sí.

Personalmente, considero este esfuerzo innecesario, ya que la obra culmen del cómic no necesita de estos complementos, y si se hace, es por puro interés económico.

Resulta curioso, que después de 25 años se vuelva a retomar estos personajes, que no buscan captar nuevos lectores (algo que la industria del cómic viene haciendo constantemente, ya sea renumerando las series como ha hecho recientemente DC, o creando otros universos alternativos como es el caso de Earth One de la misma editorial, o la línea Ultimate de Marvel).

Aquí se pretende sacar los cuartos de todos aquellos que idolatramos la Obra Maestra de Alan Moore.
Fans en su totalidad adultos, que pasarán por caja sin pensárselo, y que son los que sustentan hoy en día la industria, ya que las nuevas generaciones parecen estar interesadas en otras cosas.

En cualquier caso, peor hubiera sido integrar a estos personajes en el Universo DC, como han hecho en otros casos, conocidos por todos.
Y no quiero dar ideas, ya que si la empresa resulta ser un éxito, lo mismo se inventa crossovers tipo Batman versus Rorschach. Superman versus Dr. Manhattan, o algo más ambicioso como Justice League versus Watchmen.

Saldrán en Estados Unidos en verano, y si aún es posible leer comics a traves de internet, es seguro que así lo hare.
Una buena manera para comprobar si de verdad merece la pena su compra.

Al margen de su resultado artístico, el económico es fácil de preveer, ya que los aficionados al noveno arte somo unos enfermos irremediables, que muchas veces compramos de manera compulsiva con el único afán de coleccionismo y completismo, siempre nos quedará la obra original.