El síndrome de Cassandra

1959. En un colegio de primaria, una maestra invita a su alumnos a dibujen como ven el futuro.
El motivo no es otro que enterrrarlos en una cápsula del tiempo.
2008. La cápsula es desenterrada, y casualmente al hijo del protagonista que no es otro que Nicolas Cage, que se tira toda la película con cara de pasmado, le toca el sobre de la niña rara que en vez de dibujar, escribió una serie de números aparentemente sin conexión.
Pero como el amigo Nic, que en el film es un físico muy listo que da clases en la univesidad, descubre que estos encierran fechas en las que han sucedido catástrofes, tanto naturales como provocadas por el hombre.
Asi que, ni corto ni perezoso, tratará de evitar que ocurran aquellas que aún no han sucedido.

Señales del futuro, la nueva película de Alex Proyas mezcla el cine de ciencia ficción, con el de catástrofes, con ciertas pinceladas de terror, para ofrecernos un cóctel tan entretenido como vacío, donde la sensación de Deja Vú es permanente durante todo el metraje.
Tal vez, si este guión se hubiese rodado en los años 70, hoy estariamos hablando de un clásico.
Pero hoy por hoy, ni el mensaje (judeocristiano para más señas), ni su aspecto visual, ofrece nada nuevo, y se queda tan solo en un film de rapido consumo.