lunes, 25 de junio de 2007

El fin de las salas de cine


Lo que no pudo la televisión en su momento, ni tampoco el vídeo.
Ni lo que la actual piratería o las descargas en Internet pueden hacer.
Lo que de verdad va acabar con las salas de exhibición cinematográfica en nuestro país es sin duda alguna "la nueva ley del cine" que nuestro gobierno, en un momento de lucidez, se ha sacado de la manga.
Parece ser que los únicos que están contentos con esta medida, son los de siempre, es decir: productores y directores, que son y han sido siempre, sobre todo los primeros, los que se benefician de las subvenciones.
Los grandes perjudicados por esta nueva ley son en primer lugar los exhibidores, y despues los espectadores.
El PSOE se ha creído el cuento del "Gran Hermano" y pretende obligarnos a que veamos cine español y europeo en detrimento del estadounidense. Pretende que las salas paguen más impuestos o si por el contrario exhiben cine comunitario compensarles con ayudas. Tambien sufriran las consecuencias los estudios de doblaje, y cualquier sector que se beneficie del cine yanqui.
Los que proyecten cine americano se veran obligados a subir el precio de las entradas, pero lo que es seguro es que los que exhiban cine español no van a bajarlas.
Tambien quieren subir el precio de los dvd. Con esto, no solo pretenden imponernos que cine debemos ver, si no que tambien el que tenemos que comprar.
Todo esto conllevara una huida masiva de publico de las salas, por lo que estas se veran obligadas a cerrar. Y no solo las que proyecten cine USA; las que pongan en cartel cine patrio tendran que hacer lo mismo, ya que dudo mucho que el publico vaya a verlas. A no ser, claro esta, que impongan un estado totalitario, y tengamos que asistir bajo coacción.
Lo que de verdad deberían hacer, tanto productores como cineastas, es mirarse menos el ombligo, y realizar un cine comercial y popular que llame al espectador, con buenas campañas publicitarias, para asi poder competir de tu a tu con el cine de Hollywood.
La mala cuota de pantalla que nuestro cine obtiene año tras año, ni es culpa del cine americano, ni se solucina a base de subir impuestos.

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